
Te acercas al muro para empezar a contar y oyes que te gritan "de cinco en cinco hasta cieeen" y dices "buenoooooo". Justo cuando pones tu brazo en el muro, apoyas tu frente, cierras los ojos y te dispones a contar, oyes otro grito que te dice: "pero no vaya a miraaaar". Con la frente apoyada en el brazo, con los ojos lo mas apretados posible para no "mirar" a donde se esconden tus amigos, respondes otro "buenooo", que choca con la pared y se devuelve a tu cara, un grito un poco ahogado porque tus amigos están en no sabes donde y solo tú te oíste.
Empiezas la clase de matemáticas mas intensa, porque es que estar jugando y tener que pensar en números es lo más antidivertido, pero no te importa "5, 10, 15, 20...cieeennn, salí, el que esté adelante, atrás, a los lados queda" lo gritas lo mas duro posible y sales a buscar.
Es de noche y la pupila se dilata al 110%, miras de reojo a todos lados, es increíble, en este momento el ojo es capaz de ver hasta lo que hay detrás. Los sentidos están en alerta, son capaces de captar hasta el movimiento de una hormiga y la adrenalina se encuentra al límite.
Te agachas y miras debajo de un carro. Pero no, no se ve movimiento alguno. Te asomas detrás de un muro, yyyyy... pasa tu mejor amigo corriendo a mil y dice: "1, 2, 3 por miiiiiii", piensas "ok, solo es el primero”. Cuando

Sólo los separan unos cuantos centímetros de distancia, tú corres más rápido, uno, dos, tres pasos, con un esfuerzo casi sobrehumano tocas el muro y con las pocas fuerzas que te quedan pero sacando todo el aire de tus pulmones gritas "POR......." ese amigo que si no lo liberas, te hace volver a quedar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario